A la mayoría de las personas les gustan las papas a la francesa, y yo por su puesto no soy la excepción, si ustedes han tenido la oportunidad de comerse unas recién salidas de la freidora sabrán que no tienen madre un minuto después ya no es lo mismo, son buenas pero no tanto. Pero este post no es sobre papas a la francesa, es sobre las duck fries, que son como sus primas bastardas. No se bien como traducir este nombre al español y que suene apetitoso, la traducción sería papas fritas en grasa de pato, el pedo es que si escribimos algo así en el menú muchas personas no lo probarían porque dice"grasa" y nada más por eso le hacen el fuchi.
Esta es una de las formas más decadentes de comer papas, en especial cuando están recién hechas, doradas y crujientes por afuera, mientras que por adentro tienen una cremosidad espectacular, acompañadas de un poco de salsa tártara y vinagre de malta (para mi esta es la mejor manera de comer estas papas, olvídense de la ketchup), que si quieren un recibir un ataque al corazón las pueden bañar con salsa de foie, pero si las quieren llevar al siguiente nivel, algo así como para ir directo al Valhalla como todo un guerrero, le rayan un poco de trufa (ok es ultra fancy y caro, pero realmente no tiene madre), esa combinación de papa, foie y trufa realmente puede llegar a ser un mouth orgasm.
Conseguir esta textura no es muy difícil, lo único que tienen que hacer es seguir esta receta y les garantizo las mejores duck fries.
Duck fries
- 1 kg Papa idaho
- 1 kg Grasa de pato
- Sal kosher
- Pimienta blanca
Preparación
- Cortar las papas en rectángulos de 5 X 5 X 70 mm.
- Precalentar la grasa de pato hasta conseguir una temperatura de 140ºC.
- Agregar las papas y cocinar a esta temperatura hasta que estén blandas (aqui no van a tomar color).
- Retirar de la grasa y escurrir la grasa.
- Subir la grasa a 170ºC y cocinar hasta que las papas doren, poner a punto de sal y pimienta.
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