domingo, 24 de junio de 2012

el monstruo verde

No se vayan con la finta y piensen que estoy diciendo que los chefs seamos personajes empedernidamente verdes, o sea que seamos personas muy ecológicas y que abrazamos árboles  o cuidamos santuarios con castores. En realidad quiero hablar sobre el estereotipo del chef, mismo que gracias a la TV es el wey enojón, loco y neurótico, en general muy lejos de la realidad. ¿Si? más o menos, la verdad es que cada jefe de cocina tiene su humor pero en la TV solo sacan las escenas de acción para el rating.

La realidad es muy diferente de como la pintan en la TV, con los chefs al igual que en todas las profesiones existen varias personalidades, el jefe buena ondita, el mal pedo, el mamón etc., es como decir que todos los abogados son tranzas (ok, ok mal ejemplo), que todos los músicos son pachecos.

El otro día platicando me preguntaron ¿porqué los chefs son así? yo se lo atribuyo al estrés que se vive en las cocinas, si ustedes nunca han estado en la cocina de un restaurante sabrán de lo que estoy hablando. El día promedio de trabajo de un chef es de 10 - 12 horas, donde el ruido del equipo de cocina es una constante que nunca baja de decibeles, el calor en algunas cocinas llega a 35ºC con 90% de humedad, los tickets llegan sin parar de la maldita impresora que además hace un ruido para volverse locos, la materia prima llegó tarde, faltó el wey de plunch y estamos reservados hasta el full.

Todas estas cosas generan un estrés muy cabrón de ahí que en el 2004 ser chef fuera rankeada como una de las carreras mas estresantes, solo después de la de piloto de jet y medico cirujano, hoy en día gracias a las guerras no está ni siquiera dentro de las 10 primeras. Pero en fin a lo que me refiero es que cada persona tiene una manera en como maneja su estrés, algunos lo manejan gritando, otros con más trabajo y otros desde de mi punto de vista la mejor manera con unas cheves.

Si nos ponemos a pensar realmente que hace un buen chef, no es tanto su cocina o su sazón, es el liderazgo que este ejerce en los cocineros que tiene a su mando, y este no se consigue dando madrazos ni gritando, se logra con el ejemplo, con el trabajo arduo de todos los días, a lo mejor un grito o un madrazo despavila a la gente, pero no siempre es necesario. Recuerden esta regla de oro "traten a todos como les gustaría ser tratados" no es mía es del four seasons pero si la aplican en su vida y en la cocina trae buenos resultados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario