Por eso ahora saquemos el cobre, todos en México conocen este término, para los que no son de acá sacar el cobre significa decir alguna ñerada, algo bajo y vulgar. Pero como este es un blog culinario no voy a hablar de ese cobre (aunque todos sabemos que los cocineros tenemos algo de gañanes), si no del segundo mejor conductor de calor conocido por el ser humano. El primero es el oro, pero como que es muy caro para hacer sartenes y ollas, a lo mejor un jeque arabe si lo puede costear, pero para nosotros los simples mortales esta cañón.
Este material tiene una mala reputación por su toxicidad, ¡pero qué si es tóxico! ¡no pasa nada!, la verdad es que si pasa no me hagan caso, el cobre reacciona con ciertos alimentos por lo tanto no es recomendable utilizarlo con alimentos ácidos, ya que estos los oxidan y por se forma una capa verdosa, que es muy tóxica, para evitar eso debemos tallarlos bien con una mezcla de jugo de limón y sal, así los pulimos bien y los hacemos inocuos.
Utilizar cobre en la cocina tiene muchas ventajas, transmite mejor y más rápido el calor, o sea que no hay hot spots en los sartenes, cuando blanqueamos verduras mantienen mejor su color. Estéticamente estos utensilios de cobre no tienen madre, verlos alineados con salsas en una cocina esta muy chingón, da un cierto estilo fancy tras bambalinas, y como cocineros nos hace sentir mejor, bueno por lo menos a mi si.
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