martes, 9 de julio de 2013

A dull knife = A dull cook

Esta es una frase que le llega a la medula de muchos cocineros, la primera vez que la escuche fue en las cocinas del gabacho (por eso no creo que valga la pena la traducción), no está muy lejos de la verdad... la mediocridad se deja ver en cada aspecto de la vida de una persona, en el caso de nosotros los cocineros se ve reflejada en la forma de usar nuestro uniforme y hasta en el filo de nuestra más preciada herramienta, nuestro cuchillo.

A lo largo de mi carrera me he topado con esto, cuchillos sin filo, chatos que hasta encabrona el hecho de intentar cortar algo con ellos, yo si tengo realmente un problema con los cuchillos sin filo, no solo dificultan hacer un buen corte, son el reflejo del descuido y el valemadrismo para con esta herramienta.

Cuidar el filo de nuestro cuchillo es lo más básico, y no cuesta nada, después de cada uso solo tenemos que asentar el filo con una chaira limpia (chaira, no es lo que estan pensando si es que sonrieron al leer esa palabra). Lavarlo con agua caliente tambien ayuda a manterlo afilado, ya que se seca más rapido y se oxida menos, y una buena técnica de afilado es escencial!

Para empezar debemos saber que piedra escoger, hay de agua de aceite, para mi las mejores son la de agua, de ahi tenemos que ver los grits (los grits son como los megapixales en una pantalla, entre más mejor)

He visto a muchos cocineros afilar su cuchillo de distintas formas, la que mas me gusta es la de los japoneses, filo de un solo lado derecho o izquierdo esto depende sin diestros o zurdos, el cuchillo debe tener con una inclinación de 20º y un angulo transeveral a la piedra de agua y presionar sobre el filo, del lado contrario una inclinacón de 45° y dar la mitad de las pasadas.

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